Cómo aprender a gestionar las emociones en el ámbito profesional

Cómo aprender a gestionar las emociones en el ámbito profesional

La gestión de las emociones es fundamental para nuestro bienestar, tanto en el ámbito personal como en el entorno laboral, donde pasamos muchas horas y donde podemos sentir emociones más intensas y frecuentes. 


Para los cuidadores de personas mayores y dependientes, el autocuidado emocional y gestionar bien las emociones es un objetivo fundamental para afrontar su trabajo diario.


La gestión de las emociones en el trabajo: por qué es tan importante 


Las emociones condicionan nuestras relaciones, nuestra motivación y también las decisiones que tomamos en nuestro día a día. 


De hecho, siempre están ahí, influyendo directamente en cada interpretación y acción cotidiana: en el trabajo, las emociones agradables pueden aumentar la creatividad y la motivación, mientras que las emociones desagradables pueden generar conflictos interpersonales, disminuir la concentración y, a largo plazo, provocar estrés y agotamiento. 


Beneficios de aprender a gestionar tus emociones 


Aprender a gestionar las emociones en el trabajo nos ayuda a:

  • Tener un mayor autocontrol.
  • Evitar conflictos innecesarios.
  • No desviarnos de las metas, proyectos y objetivos que nos hemos marcado.
  • Cultivar relaciones más fluidas.
  • Mejorar nuestra comunicación no verbal.
  • Desarrollar la empatía y saber ponernos en el lugar del otro.
  • Transformar la frustración, la decepción e incluso la tristeza en automotivación.

Técnicas y estrategias para gestionar las emociones en el trabajo 


Autoconciencia y autocontrol

El primer paso para gestionar tus emociones en el trabajo es ser conscientes de ellas. Esto implica tomarte tu tiempo para reflexionar sobre cómo te sientes y comprender tus emociones para saber reaccionar en cada caso.


Búsqueda de soluciones

La regulación emocional consiste en encontrar formas saludables de lidiar con las emociones que te afectan negativamente. Algunas de las técnicas que pueden ayudarte son la meditación, hacer ejercicio o desahogarte con amigos y personas de confianza.


Comunicación efectiva

Una comunicación abierta, efectiva y asertiva facilita la gestión de emociones en el trabajo: si aprendes a expresar cómo te sientes de manera constructiva y escuchas a los demás, podrás resolver conflictos de manera más fluida y fortalecerás las relaciones con tu entorno laboral.


Planificación y organización

Planificar y organizar tu tiempo y tus recursos puede ayudarte a reducir el estrés y la ansiedad. También a establecer prioridades y marcarte objetivos reales. 


Cuidado personal

Tu bienestar físico y emocional es fundamental para que puedas desarrollar tu trabajo. Dormir suficiente, comer de manera equilibrada, hacer ejercicio y dedicar un tiempo a tu ocio son factores importantes que influyen en tu capacidad para controlar tus emociones. 


Búsqueda de apoyo profesional

Las emociones en el trabajo pueden ser abrumadoras o persistentes. Los psicólogos y profesionales (incluyendo los grupos de apoyo para cuidadores) pueden proporcionarte herramientas y estrategias adicionales para manejar tus emociones.


Gestión de las emociones para cuidadores de familiares y cuidadores profesionales: algunos consejos 


Ser cuidador de manera profesional o durante un largo periodo de tiempo despierta todo tipo de emociones.


El cuidado de otros exige tanta implicación y compromiso que dichas emociones pueden aparecer en diferentes momentos del día y manifestarse de diferentes formas. 


A veces, el enfado y el resentimiento hacen que seamos hirientes y, en otras ocasiones, nos hacen sentirnos completamente solos, aislados e incomprendidos. 


Los cuidadores también solemos sentir miedo, ansiedad y preocupación por si no estamos cerca de la persona a la que cuidamos cuando ocurre algo malo  o por si cometemos cualquier error por un despiste.  


La culpa y la tristeza son otras emociones muy vinculadas al llamado "síndrome del cuidador"


Es importante recordar que no hay dos experiencias iguales en el cuidado de otras personas, y que las emociones que suponen un problema para unos, pueden no aflorar o no ser un inconveniente para otros.


Aun así, para dar la mejor atención posible como cuidadores, tenemos que hacer un esfuerzo por conocer los diferentes tipos de emociones a los que podemos enfrentarnos con el objetivo de identificarlas y manejarlas de la mejor manera posible. 


También podemos seguir estos consejos saludables para el cuidador

  • Ten claro que todas tus emociones como cuidador son válidas. Lo importante es que puedas actuar sobre ellas.
  • Cuida de ti mismo para poder cuidar de los demás. Esto implica cuidar tu cuerpo, pero también tu salud mental.
  • Intenta estar activo. Si el cuidado de los otros se apodera de tu vida personal, es probable que te acabes agotando. Reserva un tiempo para ti, para tus hobbies y para tus amigos.
  • Tómate un descanso cuando sea necesario. Todos necesitamos días libres para poder desconectar del trabajo, y los cuidadores no somos una excepción.
  • Desahógate con alguien de tu confianza. No ocultes tus sentimientos y, si lo ves necesario, consulta con un terapeuta o un psicólogo profesional.
  • Contacta con otros cuidadores. Actualmente, hay grupos en línea y en hospitales o centros de día donde encontrarás un espacio seguro para compartir tus experiencias y buscar consejos para gestionar las emociones.
  • Centrarte en lo positivo. Cuando surjan el agotamiento, el estrés o las situaciones contradictoras, tener una lista de razones por las que haces tu trabajo puede ser de gran ayuda.  

En Club de Cuidadores sabemos la importancia de gestionar las emociones para cuidar de los demás, y esperamos que estos consejos te resulten útiles.


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