Incontinencia fecal
¿Qué es la incontinencia fecal?
Las personas con incontinencia fecal tienen la dificultad de que las heces o los gases pueden escaparse en un momento o un lugar inadecuados. Se conoce como incontinencia fecal la pérdida de heces sólidas o líquidas.
¿Quién sufre incontinencia fecal?
La incontinencia fecal afecta a una de cada 100 personas. Es más frecuente a medida que se envejece, pero también afecta a las personas jóvenes.
Muchas de las personas que tienen incontinencia fecal también pueden presentar incontinencia de orina.
¿A qué se debe la incontinencia fecal?
Debilidad muscular del esfínter del ano
La debilidad muscular del esfínter anal puede estar causada por:
- Partos.
- Intervención quirúrgica, como la operación de hemorroides.
Diarrea grave
La diarrea puede ser pasajera o crónica, según sea su causa. Puede deberse a:
- Infección (la más frecuente), como es la gastroenteritis.
- Efectos adversos de medicamentos, como algunos antibióticos.
- Síndrome de colon irritable.
- Diverticulitis.
- Enfermedades, como la colitis ulcerosa o la enfermedad de Crohn.
Estreñimiento e impactación
Es la causa más frecuente en las personas mayores y discapacitadas.
Se caracteriza por la eliminación, poco frecuente, de heces duras, alternada por períodos de diarrea o incontinencia.
Hay una serie de factores que favorecen el estreñimiento:
- Alimentación pobre en fibras.
- Consumo insuficiente de líquidos.
- Escasa movilidad.
- Algunos medicamentos, como los analgésicos.
- Diversas afecciones médicas.
Trastornos del sistema nervioso
La incontinencia fecal puede estar causada por una enfermedad nerviosa. En estos casos, puede haber:
- Ausencia de sensación de la necesidad de evacuar.
- Pérdida del estímulo nervioso que mantiene el esfínter anal cerrado.
Existen trastornos nerviosos que pueden provocar la incontinencia:
- Espina bífida.
- Lesión de la médula espinal.
- Esclerosis múltiple.
- Accidente cerebrovascular.
- Demencia.
Evaluación de la incontinencia fecal
Es esencial efectuar una evaluación integral para identificar la causa y los factores que pueden contribuir a su aparición.
La persona con incontinencia fecal debe ser examinada por su médico. Es necesario consultar a un profesional en caso de presentar alguno de estos síntomas:
- Cambio en los hábitos intestinales.
- Dolor o pérdida de sangre por el ano.
- Sensación de que el intestino no se queda vacío.
- Heces oscuras o negras.
- Pérdida de peso inexplicable.
La evaluación incluye:
- Una entrevista.
- Una exploración física.
- El registro de los hábitos intestinales y alimenticios.
- La realización de una colonoscopia o un enema opaco.
- La derivación a un especialista (cirujano coloproctólogo) si fuera necesario.
Control y tratamiento
Se debe tratar la afección primaria. Recuerde que la incontinencia es un síntoma, no una enfermedad. Eso significa que el tratamiento dependerá de la causa de la incontinencia.
Debilidad muscular
El tratamiento mediante la rehabilitación de la musculatura del suelo pelviano puede ayudar a fortalecer los músculos de sus esfínteres anales.
Diarrea grave
Consecuencia de una infección. En muchos casos se deja que la afección se resuelva por sí sola. Siempre se recomienda una dieta astringente y aumentar la ingesta de líquidos. En otras ocasiones se debe tratar con un antibiótico.
Consecuencia de la ingesta de medicamentos. Debe consultar a su médico de familia, que le recomendará un medicamento alternativo.
Consecuencia de otras enfermedades. Estas enfermedades intestinales requerirán un tratamiento específico con medicamentos o con cirugía. Su médico de familia le recetará la medicación adecuada para conseguir unas heces más consistentes y para disminuir la frecuencia de la defecación.
Estreñimiento e impactación
El estreñimiento se resuelve frecuentemente con:
- Tratamiento de la causa que lo provoca.
- Dieta rica en fibra.
- Consumo de 1,5 l de líquido en 24 horas, salvo recomendación diferente de su médico.
- Ejercicio físico.
- Si existe impactación puede ser necesario el uso de laxantes, supositorios o enemas.
Trastornos del sistema nervioso
La incontinencia fecal relacionada con trastornos neurológicos puede presentar dificultades de control. A veces, un estreñimiento deliberado (provocado por medicamentos) asociado a un vaciado regular, mediante enemas o supositorios, es una forma de control eficaz.
Demencia o confusión
La demencia o confusión pueden condicionar la falta de reconocimiento del impulso de evacuar los intestinos. Para ayudar a solventar este problema se puede llevar un «diario» de los hábitos intestinales, con la finalidad de poder llevarle al baño en el momento oportuno.