Qué es la Incontinencia Urinaria

¿Sabemos lo que es la incontinencia urinaria?

La incontinencia urinaria es la pérdida involuntaria de orina. Esta alteración es siempre consecuencia de otra y nunca puede considerarse un hecho normal.

El escape de orina, por ser involuntario, se suele producir en un lugar y un momento no adecuados. Este hecho supone, para la persona que lo presenta, un problema higiénico, social y psíquico.

¿Quiénes son o pueden ser incontinentes?

Se considera que a los cinco años el niño ya debe ejercer un control voluntario de su vejiga, relacionado con códigos sociales, lugar y momento.

En España, a los seis años, el 85% de los niños son continentes, a los once años lo son el 96% y tras la pubertad se considera que la incontinencia urinaria persiste en el 1% de la población, y así se mantendrá en los varones hasta la entrada de éstos en la década de los sesenta.

No ocurre igual en las mujeres, que verán cómo aumenta en ellas la incontinencia urinaria según se va incrementando su edad; alcanza un 8% en la década de los cincuenta años y un 12% en la de los sesenta años.

Podemos simplificar asegurando que la incontinencia urinaria del adulto se instaura en el sexo femenino. Esto no será tan absoluto en las décadas sucesivas. A partir de los setenta años, entra con ímpetu la incontinencia urinaria en el varón, de modo que se aproxima a los niveles de incontinencia de la mujer, aunque sin alcanzarla. Es en los mayores en los que esta alteración incidirá más en todas las situaciones y actividades.

Vemos que, aunque la incontinencia urinaria puede afectar a cualquier persona, la edad y el sexo son dos factores determinantes, pero no la clase social ni la raza.

No existe un modelo de sujeto incontinente: podríamos serlo todos. El sexo, la edad, la causa, la intensidad y las circunstancias psicosociales hacen imposible generalizar y «homologar» a los incontinentes.

Es evidente que la incontinencia urinaria no se comenta, como ocurre en otras enfermedades a nivel social: dolor de cabeza, un esguince, rotura de menisco, etc. Sin embargo, afirmar que los pacientes no demandan asistencia por vergüenza no está de acuerdo con lo que se evidencia en las consultas y encuestas de nuestro país, ya que, sobre todo en las nuevas generaciones, el tabú está casi superado, debido, principalmente, a las campañas de concienciación como Club de Cuidadores han puesto en marcha.

Nos encontramos con una serie de errores frecuentes, a causa de los cuales la persona con incontinencia urinaria no busca una solución a su problema:

  • Porque es tan leve que no le molesta.
  • Porque es ocasional y no está dispuesta a seguir ningún tratamiento.
  • Porque con autocuidados lo resuelve.
  • Porque cree que no tiene solución.
  • Porque piensa que es propio de su cultura y sexo.
  • Porque, en ocasiones, la timidez y la vergüenza le impiden buscar consejo.
  • Por falta de información dirigida al ciudadano desde una estructura sanitaria responsable.

¿Por qué se produce la incontinencia urinaria?

La incontinencia urinaria es un síntoma que evidencia la alteración del control de la micción, producido por diferentes causas.

La mujer incontinente, el niño que se orina en la cama y el anciano que no puede retener su orina sólo tienen en común el hecho de la pérdida (escape) de orina. Por lo demás, nada los aproxima, ni la causa que lo produce ni los efectos que conlleva.

Podemos afirmar que existen varios tipos diferenciados de incontinencia urinaria y cada uno de ellos puede ser consecuencia de diferentes alteraciones, que básicamente son:

  • La contracción involuntaria de la vejiga.
  • El fallo de cierre de la uretra.

Estas alteraciones determinan el tipo de incontinencia urinaria:

Incontinencia urinaria de urgencia

En este tipo de incontinencia urinaria, el escape de orina va precedido o unido a un fuerte deseo miccional -urgencia- justificada por el miedo que tiene el sujeto a orinarse encima o al dolor que le produce el aguantarse.

La incontinencia urinaria de urgencia se produce por contracción involuntaria de la vejiga debido a múltiples causas: neurológicas, prostáticas, estreñimiento, psicógenas y otras.

Incontinencia urinaria de esfuerzo

Se caracteriza porque la pérdida de orina está asociada a cualquier actividad física o movimiento: risa, estornudo, tos, ponerse de pie, hacer fuerza, deporte de impacto, etc.

Su causa está en la uretra, que es incapaz de preservar la continencia, y tiene relación con los partos vaginales, los cambios hormonales, la obesidad, etc.

La incontinencia urinaria de esfuerzo es casi exclusiva del sexo femenino; sólo se produce en el varón como resultado de una intervención de próstata.

Incontinencia urinaria mixta

Es la resultante de la suma de la incontinencia urinaria de urgencia y de la incontinencia urinaria de esfuerzo.

Incontinencia urinaria por rebosamiento

Se produce cuando la uretra está obstruida y la vejiga no puede vaciarse. La causa más común es la obstrucción prostática y suele estar obligadamente unida a la retención urinaria en el varón.

La pérdida de fuerza en el detrusor (músculo que rodea la vejiga) puede producir también este tipo de incontinencia urinaria.

En la actualidad, con los avances diagnósticos y terapéuticos, este tipo de incontinencia urinaria es poco frecuente.

Incontinencia urinaria refleja

Se produce cuando la micción queda fuera de todo control: la vejiga se llena y se vacía de forma automática, a través de los arcos reflejos medulares. Así ocurre en las lesiones vertebrales por daño medular, en accidentes vasculomedulares, en mielitis víricas y otras.

Incontinencia urinaria funcional

Es el escape de orina debido a múltiples causas, en su mayoría ajenas al control de la vejiga, como son: la movilidad reducida, las alteraciones cognitivas (de los niveles conscientes), las barreras arquitectónicas, la falta de destreza y otros.