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Buenos hábitos que debe seguir el cuidador para cuidar mejor

KW: buenos hábitos

El cuidador tiene una misión muy importante, hacerse cargo del bienestar de una persona en muchos aspectos. Cuando se tiene tanta responsabilidad, es lógico que aparezca el cansancio tanto físico como mental. Sabemos que no siempre es fácil desconectar del papel de cuidador, pero hoy te enseñamos buenos hábitos que debes seguir para cuidar mejor. Si tú no te sientes bien, es imposible que puedas hacerte cargo de otra persona. ¿Empezamos?

 

La organización es clave para cuidar de otra persona

Seguro que en más de una ocasión te viene a la mente el pensamiento: no tengo tiempo para nada, cómo voy a tener tiempo para mí. Cuando llevamos años metidos en el papel de cuidador parece que no está bien o que no es necesario pensar tanto en nosotros, al fin y al cabo, el enfermo y el que necesita atención es el otro.

¿Sabes lo importante que es sacar unos minutos para ti? No sólo es vital para ser un buen cuidador sino para no olvidarte que tú también tienes tus necesidades. Quizás la rutina o el cansancio no te permiten ver que si te organizas podrás sacar esos momentos para ti. Descarga e imprime nuestro Bullet Journal comprobarás que sí es posible cumplir con tus tareas y dedicarte unos minutos.

 

Cuida tu alimentación como parte de los buenos hábitos del cuidador

Entre los buenos hábitos que debes seguir como cuidador para cuidar mejor, está tu alimentación. ¿Comes bien o comes rápido y lo primero que encuentras? En ocasiones, cuando no seguimos una hoja de ruta, atendemos a la persona cuidada y nuestras necesidades son secundarias, sobre todo a la hora de la comida.

Antes que cuidador/a eres una persona, aunque parezca una obviedad parece que no necesitarás unos hábitos alimenticios básicos mientras cumplas con tus obligaciones. Ese pensamiento no solo es arriesgado, sino que pone sobre la mesa que no te preocupas por ti.

Comer rápido y lo primero que encontramos en la nevera nos llevará a perder o ganar peso, pero lo más grave de todo, a no contar con una dieta equilibrada. Sin los nutrientes básicos tu cuerpo no rendirá ni funcionará.


Escoger un día para preparar la comida de toda la semana, es una opción. Si cuidas lo que comes no sólo te sentirás mejor, sino que no tendrás problemas de sobrepeso que te harán sentir más fatigado. Bebe agua, evita la cafeína y apuesta por zumos naturales.

 

Cuidar tu salud física es tan importante como ser buen cuidador

No hay excusas para no hacer ejercicio. De hecho, sólo necesitas veinte minutos para ejercitarte (si dispones de más tiempo, mejor) Tanto en Internet como si puedes acudir a un centro cercano, puedes realizar ejercicio cardiovascular que te ayudará no sólo a estar en forma sino a liberar endorfinas y la ansiedad acumulada. Llegarás a la cama con sueño y evitarás problemas físicos.

La persona que cuidas necesita tu atención, pero también que te sientas cómodo/a en tu piel. El ejercicio físico es fundamental para tu salud mental. Si lo que te gusta es caminar, reserva esos veinte o treinta minutos para dar un buen paseo; pero no para realizar compras sino para conectar contigo.

 

Aceptar ayuda de los demás es un buen hábito como cuidador

A medida que el tiempo pasa, creemos que sólo nosotros podemos atender a la persona cuidada de la mejor forma. Y aunque sabemos que no tenemos razón nos hemos acostumbrado a estar con ella, conocemos lo que le gusta y nos anticipamos a sus necesidades. Es cierto, estamos haciendo un gran trabajo. Pero si hay algo que se nos da mal es aceptar ayuda de los demás. Existe una creencia errónea de que delegar es síntoma de debilidad o de ausencia de compromiso.

La culpabilidad no debe formar parte de esos buenos hábitos para ser cuidador. Que la persona cuidada se quede unas horas con un familiar, un vecino de confianza para que tú puedas ver a una amiga o sencillamente hacer algo que te gusta no es ni mucho menos malo, es sano, necesario y hasta obligatorio para cualquier cuidador. Cuando regreses con una sonrisa y de mejor ánimo, será beneficioso para todos.

 

Descansa para recuperar energía y evitar problemas de ansiedad

Es importante introducir en tu vida diaria momentos de descanso sin que debamos dejar sola a la persona cuidada o irnos de casa. Escoge un lugar tranquilo y dedícate a realizar respiraciones profundas, quizás puedas seguir una clase de yoga por Internet o sencillamente, hacer esa actividad que tanto te gusta.

Descansar la mente no solo implica dormir, también forma parte de esos buenos hábitos del cuidador para cuidar mejor. Son sencillos, sólo debes convencerte de que no pasa nada, que te das permiso para estar contigo, para desconectar. Puedes ver tu serie favorita, hacer manualidades lo que sea que te haga olvidar que eres cuidador, porque ante todo eres una persona.

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