Existen diferentes tipos de ayudas contempladas en la Ley de Dependencia. Estas dependen siempre de las diferentes comunidades autónomas, que serán las que gestionen el proceso. No obstante, es importante mencionar que algunas ayudas no son compatibles entre sí y se deberá elegir a cuál se quiere optar.
Estas ayudas tendrán como objetivo mejorar la calidad de vida y los cuidados de las personas mayores o dependientes, aunque también supondrán un desahogo importante para el cuidador principal o la familia. De hecho, el recibir ayudas incluso se ha tenido en cuenta como baremo en algunas investigaciones para medir la posible sobrecarga del cuidador. Por ello, desde Club de Cuidadores queremos ayudarte a saber cómo solicitar este tipo de ayudas y hacer la vida del cuidador y la persona dependiente un poco más fácil.
¿Dónde acudir a solicitar las ayudas de la Ley de Dependencia?
Podrás acceder a las ayudas de la Ley de Dependencia acudiendo al Centro de Salud de la Seguridad Social que tenga asignada la persona dependiente o a los Centros de Servicios Sociales locales. Allí te informarán sobre cómo comenzar con los trámites y los documentos que te será necesario presentar. Entre ellos figurará un formulario con diversos datos administrativos entre los que se suelen incluir:
- Fotocopia del DNI de la persona dependiente y del representante legal si lo tuviera.
- Certificado de empadronamiento en la comunidad donde se solicita la ayuda.
- Última declaración de la renta o documento que acredite la renta percibida.
- El informe social elaborado por los Servicios Sociales locales.
- Un informe médico que recogerá aspectos relacionados con el estado de salud de la persona y su desempeño en las actividades básicas de la vida diaria.
Cabe destacar que las ayudas las podrá solicitar tanto la persona dependiente como un familiar o su representante legal. Incluso podrá ser la propia administración vía trabajador social quien inicie el trámite en caso de ser necesario.
¿Qué requisitos tiene que reunir la persona dependiente?
Existen dos requisitos indispensables para poder optar a las ayudas. Estos serán, por un lado, que la situación de dependencia sea estable en alguno de sus grados, sin posibilidad de que sea reversible. Y, por otro lado, estar residiendo en la Comunidad Autónoma donde se solicita dicha ayuda. Sin embargo, algunas comunidades pueden exigir, además, algún otro requisito.
Grados incluidos en la Ley de Dependencia
Tras iniciar los trámites y presentar la documentación necesaria, la administración de la localidad se pondrá en contacto con el solicitante para fijar una fecha y poder realizar una valoración en el domicilio de la persona dependiente. Tras este análisis, se reconocerá el grado de dependencia que tiene la persona y será válido para cualquier zona de España.
En función del grado de dependencia se determinarán las prestaciones económicas que le corresponden a la persona y a las que puede optar. No obstante, este grado podrá ser revisado si se produce un empeoramiento del estado de la persona.
En la ley de dependencia están contemplados tres grados.
- Grado I o dependencia moderada. La persona precisa ayuda para algunas actividades básicas de la vida diaria (ABVD) al menos una vez al día o de manera intermitente.
- Grado II o dependencia severa. La persona necesita contar con la ayuda de otros para varias actividades básicas de la vida diaria, entre 2 y 3 veces al día. No obstante, no es necesaria la presencia de un cuidador de manera permanente.
- Grado III o gran dependencia. La persona necesita ayuda para las actividades básicas de la vida diaria 4 veces o más por día. Además, es necesaria la presencia de un cuidador permanente.
Ayudas a las que optar una vez realizados los trámites
Una vez se haya tomado una decisión sobre el grado de dependencia de la persona por parte de la administración, se elaborará el Plan Individual de Atención (PIA). En él se incluirán los diferentes servicios y prestaciones económicas a los que puede optar la persona dependiente teniendo en cuenta diversos factores como la situación de la persona, su entorno familiar y la disponibilidad de servicios en su localidad.
Estas prestaciones de la Ley de Dependencia podrán darse en forma de servicios a la persona dependiente, como es el caso de la teleasistencia, la asignación de un centro de día, de una residencia o la ayuda domiciliaria. Sin embargo, también podrán ser de carácter económico, estando vinculadas a unos servicios concretos, como los mencionados antes, o destinadas al cuidador principal.
Respecto a estas últimas, se deberán reunir una serie de requisitos. Por parte de la persona dependiente, tendrá que ser reconocido su grado de dependencia, residir en el domicilio particular con unas condiciones adecuadas y recibir cuidados acordes con el grado de dependencia.
Por su parte, para que el cuidador pueda optar a la ayuda económica deberá ser mayor de edad y residir en España, ser pariente de la persona dependiente hasta el tercer grado, tener la capacidad de desarrollar las labores de cuidados, así como dedicarles el tiempo necesario y, por último, tiene que prestar estos cuidados durante, al menos, un año.
Además, en el caso de las ayudas económicas, se tendrá en cuenta la situación financiera de la persona dependiente para hacer frente a los gastos de los servicios que va a necesitar.
Desde Club de cuidadores queremos ponértelo lo más fácil posible para que puedas prestar los mejores cuidados. Para ello, queremos brindarte información actualizada y de calidad. No olvides suscribirte a nuestro boletín de noticias para mantenerte al tanto de todas nuestras publicaciones.