¿Cómo afecta el linfedema en las piernas?

¿Cómo afecta el linfedema en las piernas?

El linfedema en las piernas supone una afección con una amplia variedad de causas y perfiles de paciente. Vinculado a un funcionamiento deficiente del sistema linfático, es común que se desarrolle como consecuencia de otra condición que repercute directamente en la capacidad del cuerpo de realizar un drenaje linfático adecuado.

Desde Club de Cuidadores queremos poner el foco en el de las piernas: sus causas, consecuencias y el posible alivio a través de ejercicios de movilidad para piernas, además del potencial papel del cuidador en la convivencia con esta afección.

Qué es el linfedema en las piernas

El linfedema en las piernas es una condición que implica la acumulación de líquido linfático en los tejidos debido a un mal funcionamiento del sistema que regula la linfa.

Esta disfunción puede tener un amplio abanico de causas, todas ellas vinculadas al bloqueo del drenaje normalizado del líquido linfático. Entre las principales se incluyen: 

  • Daño de ganglios linfáticos, como la radioterapia.
  • Cirugías que extirpan los ganglios o dañan los vasos linfáticos.
  • Problemas de obesidad severa con impacto en el sistema linfático.
  • Insuficiencia venosa crónica, común en personas mayores con mala circulación.
  • Infecciones crónicas.

¿Cuáles son las consecuencias del linfedema en esta zona?

Esta afección se caracteriza por presentar una hinchazón progresiva en estas extremidades. Una pierna o ambas se inflaman, en un proceso que puede limitarse a la parte inferior de la extremidad o subir en casos más severos. Además, con el tiempo, la piel puede volverse más rígida, gruesa o áspera.

El paciente, por su parte, puede sentir una pesadez y rigidez en la pierna, dificultad de movimiento, tirantez, hormigueo, punzadas u otras molestias similares.

El linfedema en las piernas presenta, a menudo, un impacto directo en la calidad de vida de la persona, que experimenta dificultades para caminar y en la movilidad. Igualmente, la afección puede tener un impacto emocional.

El papel del cuidador para aliviarlo

Debemos enfatizar que es recomendable que un médico especialista revise el caso y pueda diseñar un tratamiento personalizado.

En estos tratamientos y planes, a menudo se incluyen consejos como la posibilidad de incorporar vendajes o medias de compresión que faciliten el drenaje. 

También, es posible que el facultativo recomiende llevar a cabo ejercicios como los siguientes:

  • Flexión y extensión de tobillos sentado o recostado con las piernas elevadas. La persona debe mover el pie hacia arriba y hacia abajo lentamente (un movimiento similar a pisar el pedal de aceleración del coche).
  • Rotación de tobillos en una dirección y después en la otra.
  • Elevación de piernas acostada boca arriba. La persona eleva una pierna verticalmente y la mantiene en esa posición unos segundos.

Es importante que estos ejercicios se realicen de forma lenta y sin forzar. A estos consejos y dependiendo de las condiciones de cada persona, pueden añadirse otras recomendaciones, como la realización de ejercicio moderado, como la natación o el yoga, vinculados a mejoras en la circulación.

Además de estos consejos, desde Club de Cuidadores queremos enfatizar la importancia del rol del cuidador para aliviar la sintomatología. Su papel es clave al informar o motivar a la persona a que realice los ejercicios recomendados. Además, en caso de tener conocimientos adecuados, es también común que el cuidador pueda apoyar en la realización de un masaje que ayude a drenar el líquido retenido.

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