La salud mental se define, según la ONU, como un estado de bienestar "que permite a las personas hacer frente a los momentos de estrés de la vida, desarrollar todas sus habilidades, poder aprender y trabajar adecuadamente y contribuir a la mejora de su comunidad".
Proteger nuestra salud mental es fundamental en todas las etapas de nuestra vida, aunque existen periodos o profesiones que requieren que le prestemos especial atención.
Este es el caso de los cuidadores, quienes viven un mayor desgaste físico y mental debido al cansancio o a la dificultad de comprender el diagnóstico de la persona que cuidan o sus necesidades reales.
A continuación, te explicamos por qué es importante cuidar nuestra salud mental como cuidadores y cómo hacerlo desde una perspectiva práctica, atendiendo siempre a los consejos de los profesionales.
Por qué es importante cuidar tu salud mental si tienes personas dependientes a tu cargo
Cuando un familiar o una persona cercana presenta problemas en su salud que conllevan situaciones de dependencia, se producen cambios repentinos en las dinámicas familiares y en las personas que generan situaciones de estrés y duelo.
Al principio, algunos cuidadores experimentan negación e incluso enfado por lo que sucede, siendo bastante habitual evitar los encuentros sociales y cualquier espacio de distracción.
Ayudar a una persona cercana en su día a día también puede hacerte sentir mucha tristeza al comprobar su deterioro y no saber cómo actuar.
De hecho, según un estudio de Family Caregiver Alliance, los cuidadores tienen un mayor riesgo de sufrir enfermedades mentales, y se estima que entre un 40% y un 70% presentan cuadros clínicos de ansiedad y entre el 25% y el 50% son diagnosticados de depresión.
No solo eso, muchas veces, es necesario realizar un esfuerzo físico para ayudar a la persona a levantarse, acostarse o asearse o cambiar el absorbente… algo que puede ser agotador tanto física como mentalmente.
Por otra parte, algunas personas mayores y dependientes se niegan a aceptar ayuda, se vuelven ariscas, irritables e incluso agresivas, algo que puede generar conflictos con su entorno y que los cuidadores vivimos de manera directa y debemos aprender a gestionar.
¿El estrés está afectando a tu salud mental? Algunas señales que deben poner en alerta a los cuidadores
Cuidar de otra persona puede ser un trabajo gratificante pero también puede ser estresante e incluso abrumador, y ese es el principal motivo de por qué es importante cuidar la salud mental cuando somos cuidadores.
Y es que, para satisfacer las demandas de la persona que tenemos a nuestro cargo, muchas veces dejamos de lado nuestras propias necesidades y sentimientos, lo que puede perjudicar nuestra salud mental.
No obstante, el llamado "síndrome del cuidador" hace referencia, precisamente, al estrés constante que genera la tensión emocional de cuidar de otra persona.
Algunas señales que pueden ponerte en alerta sobre esta dolencia común entre cuidadores son:
- Te sientes desbordado y sobrepasado ante situaciones del día a día.
- Te sientes solo, aislado o abandonado.
- Tienes problemas para conciliar el sueño y no duermes lo suficiente.
- Estás ganando o perdiendo peso en poco tiempo.
- Te sientes cansado la mayor parte del tiempo.
- Has perdido el interés por realizar actividades de las que antes solías disfrutar.
- Te irritas o enfadas fácilmente.
- Sientes tristeza con frecuencia.
- Tienes dolores de cabeza recurrentes.
- Has desarrollado hábitos poco saludables como fumar, beber demasiado alcohol o descuidar tu dieta.
Tu prioridad: cuidarte para poder cuidar
Tomarse el tiempo necesario para cuidarse no es ser egoísta. Al contrario, adquirir la fuerza y la fortaleza necesarias es importante para cuidar de otra persona y para evitar problemas de salud mental graves asociados al estrés elevado, como la depresión y la ansiedad, pero también los problemas para dormir, los problemas cardíacos, la hipertensión o los niveles elevados de grasa y azúcar.
Tener una buena salud mental también nos permite concentrarnos en la gratificación del cuidado y abordar los conflictos que puedan surgir desde un punto de vista más racional y coherente, pensando siempre en el bienestar de la persona dependiente.
Uno de los consejos fundamentales para los cuidadores es que busquen tiempo para mantenerse activos, ya que la actividad física regular ayuda a reducir el estrés.
Algunas técnicas de relajación, como el yoga o el Pilates, pueden ser de gran ayuda.
También debes dedicar tiempo a ver a tus amigos, a realizar actividades de las que disfrutes y a realizarte los chequeos médicos oportunos para controlar tu estado de salud general.
Informarte sobre la condición de la persona a la que cuidas, sobre su diagnóstico y su evolución, es otro consejo interesante para que comprendas mejor la situación, organices tu día a día y puedas pedir ayuda.
Y es que, el acompañamiento psicológico profesional en estos casos es de gran ayuda, ya que la mayoría de los cuidadores piensan que ellos no necesitan atención y minimizan lo que sienten.
En realidad, debería ser todo lo contrario: el cuidador tiene que contar con apoyo constante, estar atento a lo que experimenta y permitirse espacios para su cuidado, desarrollo personal y descanso y delegar en otros sin sentirse culpable.
También es fundamental contar con una red de personas (tanto profesionales de la salud, como amigos, familiares o grupos de apoyo) con las que puedas hablar, confiar tus miedos y expresar cómo te sientes.
Y lo más importante: presta atención a tus niveles de estrés.
Si te encuentras llorando, perdiendo los estribos o teniendo fantasías de rescate o huida, busca ayuda profesional.
Recuerda que tu prioridad debe ser cuidarte para poder cuidar, y que tu bienestar mental también es el bienestar de la persona que cuidas.
En nuestro blog puedes leer muchos más consejos para cuidadores. Porque nuestro objetivo es cuidarte y darte la mejor información para ello.
