¿Conoces el test de Zarit? Mide la sobrecarga del cuidador

¿Conoces el test de Zarit? Mide la sobrecarga del cuidador

¿Conoces el test de Zarit? Mide la sobrecarga del cuidador 

Cuidar de una persona es una tarea que desgasta a nivel físico y mental. En ocasiones quien se encarga de cubrir todas las necesidades de un familiar, termina por olvidarse de las suyas. Vivir a través de la enfermedad o algún problema de movilidad del otro es perjudicial. Es fácil entrar en esa espiral donde uno se olvida de sus gustos y hasta de su vida laboral. ¿Conoces el test de Zarit? Mide la sobrecarga del cuidador y es positivo conocer y aplicar buenos hábitos para cuidarnos como cuidadores.

El exceso de responsabilidad pasa factura al cuidador y el test de Zarit lo demuestra

El cuidado de una persona dependiente conlleva una exigencia, a veces de un día para otro, a una persona que llevaba una vida más o menos normal, con sus rutinas y sus aficiones. Hablar de “carga” o “sobrecarga” no parece adecuado cuando estamos atendiendo a una persona que necesita de nuestros cuidados. Pero, con el paso del tiempo se valora y se estudia cómo afecta a la salud de quien da un giro radical a su vida para volcarse en el papel de cuidador.

El test de Zarit, es el más utilizado para medir esa “carga” o esfuerzo, tanto mental como físico que acompaña al cuidador. El llamado síndrome del cuidador responde al estrés que genera la tensión emocional y física de cuidar a una persona dependiente. De hecho, este nivel de estrés impacta sobre la salud y en ámbitos como el profesional, porque al abandonar un trabajo remunerado, existe la posibilidad de afrontar un futuro incierto a nivel económico. Sin dejar de lado la conciliación familiar y social que se ve menguada por ejercer como cuidador.

¿Cómo surgió el test de Zarit para medir la sobrecarga del cuidador?

Steven H. Zarit fue un profesor de Desarrollo Humano en la Universidad Estatal de Pensilvania. Es considerado uno de los primeros investigadores en estudiar la carga y el estrés de los cuidadores, incluyendo el desarrollo de medidas para la investigación y la realización de estudios.

El primer cuestionario contaba con 29 preguntas, pero al final quedaron 22 que cubrían las problemáticas principales que mencionaban los cuidadores: bienestar psicológico, salud del cuidador, situación económica, relaciones sociales, relación entre el cuidador y la persona dependiente. En base a esas 29 preguntas, el cuidador debía responder señalando el grado de malestar que le causaban cada una de las cuestiones en una escala del 1 al 5.

Cómo debemos interpretar el test de Zarit

Si observamos las 22 preguntas de la escala del test de Zarit encontraremos cuestiones que probablemente nos hayamos planteado y que son mucho más normales y habituales entre los cuidadores:

  • ¿Siente que su familiar solicita más ayuda de la que necesita?
  • ¿Siente que no tiene la vida privada que desearía debido a su familiar?
  • ¿Siente que ha perdido el control de su vida?

Estas preguntas ofrecen respuestas que algunos quizás no se hayan parado a pensar antes de revisar este test. Confundir la labor del cuidador con renunciar a nuestras emociones y necesidades es muy común. Cuando el cariño o afecto se aproximan a obligación o frustración existe un problema y es mucho mejor verbalizarlo que callar.

Para averiguar si estamos sufriendo sobrecarga, deberemos responder a las preguntas del test de Zarit con una puntuación del 0 al 4 según la frecuencia con la que nos sintamos en la situación que nos describe cada cuestión, siendo 0 nunca, 1 casi nunca, 2 algunas veces, 3 frecuentemente y 4 casi siempre y sumar el resultado de cada una de las preguntas.

Si las respuestas con un 4 han sido mayoritarias, es más que probable que estemos sufriendo este tipo de alteraciones:

  • Sensación de aislamiento y soledad.
  • Irritabilidad.
  • Tristeza.
  • Insomnio.
  • Fatiga.
  • Cambios de peso.
  • Dolores corporales.
  • Abuso del alcohol, tabaco u otras sustancias.

Este test y poner en marcha remedios para mejorar nuestra situación es fundamental antes de caer en problemas de ansiedad o depresión. La importancia de medir la percepción del cuidador para poder actuar en su propio bienestar es imprescindible si no queremos contar con dos enfermos en la casa.

Cuidar y atender a las personas cuidadoras es una necesidad básica

Contar con recursos comunitarios y programas de intervención psicosocial para reducir el estrés continuado que experimentan los cuidadores es muy importante. Grupos terapéuticos, grupos de apoyo, etcétera sirven para aprender técnicas de solución de problemas y estrategias de afrontamiento. Es decir, ayudan al cuidador a tomar conciencia de sus propias necesidades y a manejar situaciones cotidianas junto a una persona dependiente.

Cuando una persona que cuida de otra, toma conciencia de que tiene un problema ya ha dado el primer paso para mejorar su salud. Es fácil que la enfermedad del otro atrape las 24 horas del día los siete días de la semana. Si bien necesitan de nuestra ayuda, poco o nada podremos ofrecer si nos dedicamos en cuerpo y alma al otro sin pensar en nosotros.

Desde el Club de Cuidadores, queremos darte una serie de consejos que te sean útiles para evitar la sobrecarga del cuidador.

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