Vacaciones del cuidador de dependientes

Vacaciones del cuidador de dependientes

¿Tú tienes vacaciones, cuidador?

No cabe duda de que la carga de trabajo de los cuidadores es muy elevada. Las labores de cuidado suelen exigir jornadas de tiempo completo. Esto nos lleva a problemas ampliamente conocidos como el síndrome del cuidador y la sobrecarga a la hora de realizar este tipo de trabajo. Así que sí, a tí, que estás leyendo estas palabras… para poder seguir dando cuidados de calidad es necesario que tengas vacaciones, cuidador.

Unas vacaciones son clave para desconectar y recargar energía, en cualquier trabajo, pero especialmente en uno tan demandante como el del cuidador. Por ello, en este artículo despejaremos algunas dudas que te hayan podido surgir respecto a este tema.

Temores infundados del cuidador en vacaciones

El vínculo que se genera en muchas ocasiones entre el cuidador y la persona de la que tiene que hacerse cargo es enorme. Por supuesto, esto tiene el lado positivo de brindar una atención empática y de mayor calidad, pero también tiene una contraparte negativa. Muchos cuidadores piensan que puede ser poco profesional o incluso poco empático el irse de vacaciones. Nada más alejado de la realidad.  

Ya hemos mencionado en alguna ocasión que el buen cuidador es el que se cuida. Compaginar tu tiempo de ocio con las labores de cuidado supone un aspecto clave para no terminar quemado por las tareas de cuidado del día a día.

Piensa en cómo la gente rinde en cualquier tipo de trabajo y compáralo con las labores de cuidado, que son uno de los trabajos más exigentes a nivel físico, mental y emocional. En todo tipo de trabajos se hace necesario este periodo para aumentar la productividad y la calidad del trabajo y, por supuesto, las labores de cuidado no son una excepción. Los cuidadores que se van de vacaciones vuelven con más energía y aún más implicados, si cabe, con su trabajo.

Por ello, los cuidadores tienen que tomar este tiempo vacacional no como un periodo de abandono, sino como un tiempo necesario para poder prestar un mejor servicio.

El Cuidador y las vacaciones, ¿cuándo debería tomarlas?

Si eres un cuidador formal tus vacaciones vendrán reflejadas en tu legislación. Este tipo de cuidadores cuenta con 30 días por año, en el caso de España, que podrán ser usados de varias maneras. Habitualmente se divide el mes de vacaciones en dos partes, teniendo periodos de 15 días. Sin embargo, también es común repartir ese mes en 4 partes y tomarse una semana libre durante cuatro meses.

Dependiendo de la carga de trabajo que le supondrá a la familia y del acuerdo al que llegues con ellos, podrás optar a uno u otro. Al ser la profesión de cuidador de carácter más bien autónomo, tendrás más flexibilidad para elegir las vacaciones en comparación con los cuidadores que trabajan para un centro.

Por otro lado, si eres cuidador principal no profesional, la cosa se complica. No tienes una obligación “legal” de tomarte un periodo de vacaciones y, al ser el vínculo aún más estrecho con la persona que estás cuidando, probablemente los remordimientos por tomarte unos días libres serán aún mayores. Aunque no exista dicha obligación, puedes tomar el ejemplo de una persona que se dedica profesionalmente al cuidado.

En este caso también es aconsejable que el cuidador se vaya de vacaciones al menos un mes. Intenta acordar con tu familia un periodo en el que otros se hagan cargo durante un tiempo de la persona o, si tu situación lo permite, puedes recurrir incluso a un cuidador profesional para las vacaciones. Es crucial que el cuidador se tome vacaciones para evitar la sobrecarga y que la calidad de los cuidados se vea reducida.

¿Cómo contarlo a la persona dependiente o su familia?

Probablemente la persona a tu cuidado sea altamente consciente de tu necesidad de un periodo de tiempo para ti. Cómo ya hemos mencionado, ese periodo vacacional no implica un abandono de la persona y tampoco de sus necesidades.

Podría pasar, sobre todo en casos en los que se dé un deterioro cognitivo, que la persona a la que cuidas no termine de comprender la situación. En estos casos, puedes hacerle saber que estará bien cuidado y atendido el tiempo que no estemos. Es bueno que adaptes el tono y uses lenguaje muy sencillo para explicárselo, recalcando que esta situación durará poco tiempo.

Por otro lado, una buena idea si eres cuidador principal y has decidido contratar a un cuidador formal para este periodo, es que se lo presentes previamente a la persona para que la transición sea más fácil. Además, recuérdale que si ocurriera cualquier incidente ambos cuidadores estáis en contacto.

Sin duda las vacaciones del cuidador son un punto de tensión, ya que en la mayoría de los casos no es una simple relación profesional, sino que se genera una relación cercana entre las dos personas. De modo que piensa en tus vacaciones también como una necesidad para cuidar de ti, y a la vuelta volver con las pilas cargadas.

Recent Articles