¿Es necesaria la formación para cuidadores?

¿Es necesaria la formación para cuidadores?

¿Es necesaria la formación para cuidadores? Esta pregunta la podemos responder con un dato.  En 2050 1 de cada 3 españoles tendrá más de 65 años. La población envejece y aumenta la esperanza de vida. Esto quiere decir que, si bien muchas personas mayores gozarán de buena salud, otras necesitarán cuidados. Por tanto, la formación para cuidadores será necesaria y positiva para el núcleo familiar. Una persona cuidadora con una preparación reglada es sinónimo de tranquilidad para la familia.

Beneficios de apostar por la formación si eres cuidador

El beneficio de contar con una formación profesional para cuidadores repercute tanto en el cuidador como en la persona que requiere de esa atención. Cuando recibes información sobre cómo gestionar los problemas del día a día, la carga de trabajo es menor.

Las indicaciones que nos ofrece el personal sanitario no son siempre suficientes para una responsabilidad como la del cuidado. Nos surgen dudas, preguntas y miedos ya que nos planteamos si estamos haciendo las cosas bien y de la manera correcta. 

La formación para cuidadores además de necesaria es una ventaja. ¿Qué buscamos para nuestro familiar? Que esté en las mejores manos. Aprender técnicas sobre movilidad o las necesidades específicas que necesite la persona cuidada, nos dotará de una seguridad y confianza fundamentales para desempeñar el papel de cuidador.

La formación para cuidadores es necesaria y una ayuda para evitar la sobrecarga del cuidador no profesional

La formación y la capacitación de los cuidadores es vital para evitar la sobrecarga de responsabilidades. Si no contamos con las herramientas necesarias para cuidar de nuestro ser querido, podemos caer en el agotamiento psicológico y físico. Nuestras obligaciones familiares y profesionales siguen ahí, por ello aprender a cuidar del otro nos ayudará a cuidarnos. De hecho, delegar también es necesario cuando sea posible.

Existen diversas alternativas para encontrar la formación para cuidadores que mejor se ajuste a nuestras necesidades. Cuestiones importantes como la humanización en el cuidado, el desarrollo de habilidades pedagógicas y emocionales las encontramos en estas formaciones. Estos conocimientos nos ayudan a interiorizar cuál es nuestro papel como cuidadores y así actuar con eficacia.

Otra salida es la de confiar el papel de cuidador a cuidadores profesionales. Encomendar esta responsabilidad en ellos puede ser una salida cuando nos vemos desbordados por otras tareas como el cuidado de los hijos o un trabajo absorbente.

La formación para cuidadores no profesionales es una necesidad y una prioridad en nuestro país

Según un informe de 2021 de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) la atención que se debe proporcionar a las personas mayores que se encuentren en situación de dependencia es una prioridad.

Confiar en cuidadores profesionales no tiene que afectar a los familiares o a los cuidadores no profesionales. Nos referimos a sentimientos de culpa que pueden aparecer o cualquier tipo de pensamiento negativo. Al contrario.

Cuando un cuidador no profesional dispone de tiempo para sus quehaceres tanto su salud como su disposición cambiarán. La persona que necesita de cuidados, agradecerá que el familiar esté relajado y pueda tener vida social.

Por otro lado, cuando surge el malestar y patrones de conducta no adaptados a la situación podemos empeorar la situación de cuidados. Lo cual es lógico porque nadie nos prepara para ejercer de cuidadores de un día para otro. Y nuestro malestar será al fin y al cabo una causa de malestar para la persona que precisa de nuestra atención.

Delegar el cuidado en un cuidador profesional es una decisión positiva para los miembros de la familia

La necesidad de profesionalizar la figura del cuidador es un desafío para nuestra sociedad si queremos que las dos partes tengan una calidad de vida digna. Ser consciente de que existen más opciones y confiar en un experto es una salida positiva.

Sin embargo, siempre que sea posible, apostar por la formación nos hará sentir satisfechos como cuidadores no profesionales. ¿Por qué? Porque la información es poder. Y cuando la persona que está bajo nuestra responsabilidad tenga algún percance, la satisfacción personal al poder resolverlo en poco tiempo será un aliciente.

Cada familia es un mundo. Cada historia tiene diferentes protagonistas. Por esta razón, si todos los miembros deben trabajar y tienen otras responsabilidades, apostar por el cuidador profesional nos hará sentir que estamos haciendo lo correcto y lo mejor para la persona cuidada.

Evitar el síndrome del cuidador es el primer paso que todo cuidador debería plantearse. Tanto si hablamos de profesionales o no. Al fin y al cabo, lo que buscamos es el bienestar conjunto. De nada vale que pongamos voluntad si no podemos rendir ni transmitir todo el apoyo y cariño a la persona cuidada.

En definitiva, la formación para cuidadores es necesaria y positiva. Tanto si te planteas buscar ayuda externa como si necesitas conocer más información sobre la situación de la persona que cuidas. Recuerda, a mayor información mejor calidad de vida para ti y para la persona que cuidas.

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