¿Buscas nuevas actividades para hacer este verano con personas mayores?
El verano ofrece muchas posibilidades de ocio gracias al buen tiempo, a los días con más horas de luz y a las vacaciones que facilitan que podamos dedicar más tiempo a nuestra familia y amigos.
En el caso de las personas mayores dependientes o que necesitan cuidados, el verano puede ser un estímulo para sentirse más activos y salir de casa.
Qué hacer en verano con personas mayores
Algunas actividades para hacer en verano con personas mayores pueden ser las siguientes:
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Aquagym
El deporte es fundamental en todas las etapas de la vida y, en el caso de los ancianos, les ayuda a despejarse y estar más saludables.
Hay que tener cuidado en verano al realizar deporte en las horas más calurosas y bajo el sol, pero es la mejor época para probar deportes acuáticos como el aquagym.
El aquagym consiste en hacer movimientos dentro del agua al ritmo de la música. Además de ser "refrescante", esta actividad tiene muchos beneficios, como aumentar la capacidad anaeróbica y aeróbica, tonificar los músculos, mejorar la resistencia, la coordinación y la agilidad, o elevar los niveles de oxígeno en sangre.
Al ser una actividad en grupo, el aquagym también permite a los mayores relacionarse con otras personas.
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Visitar museos
El verano es una gran ocasión para planificar salidas por la ciudad, y una de las mejores formas de evitar el calor es acudir a un museo.
Elegir una visita guiada y en grupo puede ser la mejor forma de aprender y disfrutar de estos momentos en compañía.
Muchos museos ofrecen actividades y programas específicos para el verano, y casi todos tienen descuentos para personas mayores.
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Cine de verano
Otras de las actividades preferidas del verano por las personas mayores es ver películas y conciertos al aire libre.
El cine de verano, además, tiene la particularidad de recordar a los ancianos su juventud, cuando este tipo de visionado de películas era común en pueblos y ciudades.
De hecho, hoy en día muchas localidades siguen manteniendo esta tradición y organizan programas y ciclos de cine durante todo el verano.
Es importante escoger sesiones de cine al aire libre cuando ya esté avanzada la tarde o a primera hora de la noche, de modo que evitemos el calor y, a la vez, no rompamos demasiado las rutinas de la persona a nuestro cargo.
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Clubs de lectura
Otra de las actividades de verano para personas mayores son los clubs de lectura.
Se trata de una buena opción para evitar el calor porque normalmente se organizan en espacios interiores (residencias, asociaciones, bibliotecas o casas de cultura municipales).
Además de mantener activa su mente comprometiéndose a leer todos los días, los ancianos pueden compartir con otras personas sus gustos e intereses y, sobre todo, su amor por la lectura.
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Salidas a la playa
Si la persona mayor que cuidas se encuentra bien físicamente y tiene suficiente autonomía, darse un chapuzón en la playa siempre es una buena actividad veraniega.
La natación es uno de los ejercicios más completos porque estimula todos los músculos del cuerpo. Además, el agua del mar genera bienestar y relajación.
Si decides ir a la playa con una persona mayor, conviene elegir una que esté adaptada (con pasarelas, baños, servicios de sombrilla y hamacas, etc.) y que tenga socorrista.
Muchas playas también cuentan con servicios de silla y asistencia para ayudar a personas con problemas de movilidad para entrar o salir del mar.
Recomendaciones para cuidar en verano de personas dependientes
Cuidar a personas mayores es una tarea que necesita dedicación todos los días del año. Sin embargo, los cambios de temperatura y otros factores del verano pueden perjudicar la salud de la persona mayor.
En esta época del año conviene ser especialmente precavidos, sobre todo para evitar trastornos asociados a las altas temperaturas como los golpes de calor, la deshidratación o la fatiga.
Estos son algunos de los consejos de Club de Cuidadores:
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Alimentación adecuada
Conviene cuidar la alimentación y elegir menús que sean refrescantes y ricos en vitaminas y fibra y que, a la vez, eviten las digestiones pesadas.
Siguiendo esta misma línea, es fundamental que en el verano las personas mayores y sus cuidadores estén más pendientes de la hidratación, aumentando la ingesta de agua, zumos o infusiones.
La deshidratación en las personas mayores puede ser identificada debido a signos evidentes como la piel desestructurada, la concentración de la orina o la confusión mental.
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Cuidado y protección de la piel
Los rayos del sol son perjudiciales para nuestra piel, y son el principal factor riesgo para desarrollar cáncer de piel u otras enfermedades como la dermatitis crónica.
En el caso de las personas mayores, el cuidado de la piel es especialmente importante porque el sol incide de manera directa en la dermatomicosis, una condición caracterizada por la delgadez y la fragilidad cutánea. Además, no protegerse del sol adecuadamente acelera la osteoporosis.
Se recomienda a las personas mayores evitar la exposición al sol en las horas centrales del día (entre las 11 y las 17 horas) y usar un bloqueador solar o crema solar con un factor de protección alto si van a realizar actividades al aire libre, incluidos paseos, ir a hacer la compra, etc.
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Ropa y complementos específicos para verano
Si estás al cuidado de una persona mayor, es importante que en verano utilice ropa fresca y ligera.
Lo ideal es elegir prendas elaboradas con telas de algodón, que sean holgadas y preferiblemente de colores claros para facilitar la transpiración y la sudoración.
Los gorros son uno de los complementos más importantes de esta época. También las gafas de sol, importantes en ancianos con problemas oculares. Pues durante el verano, los ojos suelen irritarse y resecarse más debido al aumento de la radiación solar, el calor seco y al aire acondicionado.
Además de gafas de sol, puede ser interesante utilizar gotas y lavarse las manos y ojos a menudo para evitar irritaciones.
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Cuidado de zonas sensibles como son los pies
En verano debemos extremar el cuidado de los pies de las personas mayores para evitar problemas a causa del calor, el calzado inadecuado o la sudoración excesiva.
Conviene secarla bien e hidratarla, evitar que la persona mayor comparta toallas o calzado para reducir el riesgo de infecciones fúngicas y que no camine descalzo/a en superficies calientes.
En Club de Cuidadores pensamos en las personas dependientes y en sus cuidadores, y ofrecemos consejos que pueden ser interesantes para afrontar un verano más activo, dinámico y seguro.
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