Demencia senil. Síntomas y causas

Demencia senil. Síntomas y causas

Demencia senil. Síntomas y causas

“Síndrome –generalmente de naturaleza crónica o progresiva – caracterizado por el deterioro de la función cognitiva (es decir, la capacidad para procesar el pensamiento) más allá de lo que podría considerarse una consecuencia del envejecimiento normal. Afecta a la memoria, el pensamiento, la comprensión, la orientación, el cálculo, el lenguaje y el juicio”, explica la Organización Mundial de la Salud (OMS) al referirse a la demencia senil.

Un dato a destacar es que la demencia no afecta solo a las personas mayores. En adultos jóvenes, la enfermedad de Alzheimer es la más común. Esta enfermedad se produce debido a la acumulación de proteínas en el cerebro que dañan las células nerviosas.

Síntomas que acompañan a la aparición de la demencia senil en las personas mayores

La mayoría de las enfermedades neurodegenerativas no cuentan con medidas preventivas concretas. Algunos beneficios en el retraso del inicio de los síntomas son el ejercicio físico y la actividad cognitiva.

En las primeras fases de la enfermedad, la persona sufre un deterioro cognitivo leve (DCL) que incluye la dificultad para realizar varias tareas a la vez, resolver problemas o tomar decisiones. Tiene dificultades para recordar conversaciones recientes y la agilidad mental se ve disminuida.

A medida que el trastorno de demencia senil empeora, estos síntomas se agravan y pueden aparecer otros:

  • Problemas para comunicarse. El paciente tiene dificultad para recordar el nombre de objetos. A este asunto hay que añadir los problemas de orientación que aparecen.
  • Pérdida de habilidades sociales. El paciente tiene ciertos comportamientos agresivos o inapropiados en público.
  • Cambios en el patrón de sueño. Esto conlleva el riesgo de sufrir alucinaciones, delirios y este cuadro sintomático conduce a la depresión en la mayoría de los casos.
  • Dificultad para memorizar. O cualquier acción que requiera pensar.

En los casos más graves de demencia senil, el paciente no será capaz ni de bañarse, vestirse o comer. Es posible que sean incapaces de reconocer a familiares o de entender el lenguaje.

La enfermedad d Alzheimer es la responsable del 80% de los casos de demencia según el Instituto Nacional sobre Envejecimiento (NIH). El Alzheimer comienza despacio. En primer lugar, afecta a las partes del cerebro que controlan el pensamiento, la memoria y el lenguaje. Un problema relacionado, el deterioro cognitivo leve, causa más problemas de memoria que los normales en personas de la misma edad. Pero no toda la gente con deterioro cognitivo leve, desarrollarán Alzheimer.

Es importante no alarmarse si tenemos pérdidas de memoria leves. A continuación, exponemos una serie de comportamientos que a todos nos sucede y que no son graves dentro del envejecimiento normal:

  • Tomar una mala decisión.
  • Olvidarse de pagar una cuota.
  • Tener una pequeña dificultad para recordar una palabra.
  • Olvidarse de qué día es para recordarlo más tarde.
  • Perder cosas de vez en cuando.

Cuando se trata de una demencia senil, este tipo de cosas no suceden de vez en cuando sino de manera continua. Y la repercusión es mucho más seria que un despiste que a cualquier le puede ocurrir. En ese momento hay que acudir al médico.

Causas de la aparición de la demencia senil en personas mayores

En términos generales, el envejecimiento supone un factor de riesgo. A partir de los 60 años la demencia puede aparecer. Está causada por la pérdida o el daño en las células nerviosas y sus conexiones en el cerebro. Dependiendo del área afectada del cerebro, el impacto será distinto.

Las causas se deben a enfermedades y lesiones que afectan al cerebro de manera primaria o secundaria. Entre las primarias están el Alzheimer como ya hemos mencionado, seguida de la demencia con cuerpos de Lewy y la demencia frontotemporal.

Pensemos que el cerebro tiene muchas regiones distintas y cada una de ellas es responsable de distintas funciones: la memoria, el juicio, el movimiento. Cuando se dañan las células de una región no puede desempeñar esa actividad con normalidad.

En qué consiste el diagnóstico de una demencia senil

En cuanto al diagnóstico desgraciadamente no existe una prueba que diagnostique por sí sola la demencia senil. Al diagnóstico se llega a través de la realización de diferentes pruebas. La evaluación neuropsicológica como pruebas de imagen son las habituales. El neurólogo realizará una evaluación de memoria, habla, equilibrio, movimiento, reflejos, atención…

Las pruebas de imagen son:

  • La tomografía computarizada (TC) y resonancia magnética (RM) pueden ayudar a comprobar la existencia de un ictus, hidrocefalia, hemorragia, etcétera.
  • Tomografía por emisión de positrones (PET). Esta prueba muestra los patrones de actividad cerebral y si el cerebro presenta depósitos de proteína amiloide, característica de la enfermedad de Alzheimer.

La demencia senil es una enfermedad sin solución, pero encontramos tratamientos farmacológicos para retrasar su avance. En cuanto a tratamientos no farmacológicos, es importante la terapia ocupacional para prevenir caídas, la mejora del comportamiento.

Como cuidadores, es posible modificar el entorno para que se sientan cómodos. Y además del ejercicio físico que siempre es positivo, un trato lleno de amor será bien recibido por una persona que padezca este problema que no solo afecta a su persona sino a todos los que le rodean.

Recent Articles