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Estreñimiento e incontinencia

KW: estreñimiento

El estreñimiento se caracteriza por las deposiciones poco frecuentes o la dificultad para evacuar, lo que se manifiesta durante semanas o más. Este problema suele describirse como una frecuencia inferior a tres veces por semana de deposiciones. Tener estreñimiento de manera ocasional es muy común, pero cuando se convierte en crónico provoca que las personas hagan demasiada fuerza al evacuar y por ello está relacionado con la aparición de la incontinencia.

 

¿Por qué el estreñimiento causa la aparición de incontinencia urinaria?

El estreñimiento tiene una influencia negativa en nuestro suelo pélvico. Ya conocemos los ejercicios adecuados para fortalecerlo y prevenir así una serie de problemas como la incontinencia urinaria. Estos movimientos ayudan a evitar el debilitamiento que sufrimos si ejercemos una presión fuerte y directa bajo nuestro abdomen.

Este problema puede causar que los músculos del suelo pélvico se debiliten debido a la presión constante y periódica que ejercemos al intentar vaciar el intestino. Por ejemplo, cuando tenemos problemas para ir al baño, el intestino está demasiado lleno y esto puede llegar a comprimir la vejiga de tal forma que afecte al paso de la orina, o disminuir la capacidad, originando una sensación de deseo de miccionar de manera más frecuente.

 

Se pueden dar tres tipos de incontinencia debido al estreñimiento:

  • De esfuerzo. La presión acaba debilitando los músculos pélvicos.
  • De urgencia. Apretar a diario irrita tu vejiga y aparece la sensación continua de tener que orinar.
  • Por rebosamiento. Las heces acumuladas presionan la vejiga, que acaba desbordándose.

 

¿Cómo evitar el estreñimiento?

Con o sin problemas de incontinencia urinaria, es importante prevenir la aparición del estreñimiento y así evitar las incomodidades propias de este trastorno y algún añadido como la IU.

 

Os dejamos algunos consejos para evitar el estreñimiento:

Bebe suficiente agua cada día. El hecho de que la incontinencia urinaria esté presente no debe ser obstáculo para hidratarnos bien. Al menos un litro de agua y medio al día es necesario. De hecho, beber poca agua nos expone a padecer infecciones, agravaremos la dificultad para expulsar las heces, entrando en un círculo nada recomendable.

Haz ejercicio a diario. Pasear, por ejemplo, pone en marcha nuestro organismo, y este gesto contribuye a evitar el estreñimiento. Basta con salir a la calle y durante treinta minutos caminar a nuestro ritmo para que funcione a la hora de evitar el estreñimiento.

Come alimentos ricos en fibra. La ingesta de líquidos unida al consumo de fibra, ayudará al tránsito intestinal. Es conveniente tomar a diario unos treinta gramos de fibra. La fibra la podemos encontrar en la fruta, las verduras, las legumbres y los cereales. Tanto en el desayuno, como en la comida y en la cena, seguro que encontramos algún alimento rico y beneficioso.

Establece un horario para ir al baño. Es importante que sigamos unas pautas o un horario fijo para ir al aseo, debe ser cuando te sientas más cómodo, o bien por la mañana al despertar, por la tarde o antes de dormir por la noche.

Visita a tu médico. Vemos anunciados infinidad de laxantes, pero antes de tomarlos, consulta con tu médico cuál es el indicado para tu caso. Sobre todo, porque algunos nos pueden dañar si no conocemos bien su composición.

No aguantes las ganas de evacuar. Cuando las sientas, ve de inmediato al lavabo porque si pospones el momento necesitarás que se acumulen más heces para que el cuerpo te vuelva a mandar esa señal. Las heces acumuladas se endurecen y son difíciles de expulsar.

Masajea tu zona abdominal. Masajea suavemente tu vientre en el sentido de las agujas del reloj, cuando lo hagas que sea con el estómago vacío. Es un ejercicio sencillo y muy eficaz. Respira de manera profunda porque así el diafragma realiza una especie de bombeo sobre el intestino lo que ayuda a su limpieza.

 

Combatir el estreñimiento de manera eficaz ayuda a no padecer molestias

Con el fin de evitar que los esfuerzos para evacuar no recaigan sobre el suelo pélvico, toma nota de estos consejos cuando llegue el momento de ir al baño.

Soplar. Se trata de dirigir la presión hacia la zona correcta, es decir, el ano y no al área vaginal cuando intentas evacuar. Coge aire, luego suéltalo llevando el ombligo hacia dentro y arriba. Otra opción es expulsar el aire en un globo, o fingir que lo haces, poco a poco y con los labios fruncidos.

Apoyar los pies. Ponte en cuclillas al evacuar, de hecho, es la postura natural y ayuda a combatir el estreñimiento y evita que empeoren algunas disfunciones del suelo pélvico como la incontinencia urinaria. Puedes lograr esa posición si apoyas tus pies en un banquito de forma que tus rodillas queden más altas que tus caderas.

Estos consejos son sencillos y no sólo facilitarán que puedas ir al baño y evacuar sin pasarlo mal, además evitarás que la IU acompañe al problema que supone el estreñimiento.

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