Absorbentes

Al aumentar la esperanza de vida, los achaques o problemas de salud asociados con la edad también crecen. Un producto que se ha convertido en habitual en las dispensaciones en las farmacias son los absorbentes. Ya sabemos que son necesarios cuando aparece la incontinencia urinaria, aunque no seamos personas de avanzada edad; pero también de gran ayuda en pacientes que deben permanecer en cama. Hoy vamos a hablarte de su uso si eres cuidadora o familiar de una persona dependiente.

Envejecer es natural y de esa misma manera hay que contemplar que necesitemos utilizar absorbentes nosotros o la persona que cuidamos. Los cambios fisiológicos y la posible aparición de enfermedades, patologías y otros cambios cuando se asumen con normalidad es más fácil.

La incontinencia urinaria o fecal hoy día es posible remediarla con unos absorbentes de tan alta calidad que además de solucionar el problema, conlleven una comodidad y hasta una estética que no ha de incomodarnos. De hecho, la incontinencia urinaria es un síntoma común que afecta a todos los grupos de edad y a ambos sexos, un dato para quienes asocian sólo su uso en personas mayores.

Si somos capaces de poner los absorbentes de manera correcta y así no sufrir ningún escape la experiencia será del todo positiva. Si nos encontramos en la situación de ser la primera vez que hemos de ponerlos, atención a estos consejos:

• Asegúrate de que las barreras anti escapes están bien levantadas para evitar pérdidas de orina por esa zona.
• Recuerda, la parte más ancha de los anatómicos debe estar hacia atrás, es así como queda bien colocado.
• Para saber si has colocado bien el absorbente debes cuadrar el indicador de la humedad con la columna.
• Si notas algún cambio de color es importante que cambies el absorbente, al no hacerlo podemos mancharnos o irritarnos, si cuidamos de una persona que los usa es fundamental echar un vistazo para que se sienta limpio y sobre todo no le produzca ningún malestar en su piel.
• Elige la talla adecuada, recuerda que las primeras etiquetas deben ir en la parte inferior, bien ajustadas, después las de la parte superior y así no habrá ningún escape.
• Para muchas personas, estos productos son completamente nuevos y es normal no saber utilizarlos. Por ello, hay que tomarlo con calma y paciencia porque no es en absoluto el fin del mundo.

Para elegir el mejor absorbente es importante conocer bien su forma y tipo de sujeción, capacidad de absorción y talla. La elección del absorbente correcto evitará fricciones y reducirá los casos de dermatitis irritativa y sobreinfecciones, sobre todo en pacientes que están en cama. Aunque no debemos olvidar que lo fundamental es que la persona se sienta cómoda.

Los que tienen formas rectangulares no se aconsejan a los hombres. Los anatómicos y pants son discretos y los emplean personas independientes. Los anatómicos elásticos pueden ser más abultados pero muy útiles para facilitar la labor de la persona cuidadora tenlo en cuenta si la persona que ha de llevarlos tiene baja movilidad.

Según su capacidad de absorción podemos escoger entre los día o noche. Sin embargo, es posible utilizar los de la noche durante el día si fuera necesario o así lo prescribe un médico. No debemos olvidarnos tampoco de la talla en función del perímetro de cintura y cadera.

Es lógico que ante el desconocimiento o falta de costumbre cometamos algún desliz a la hora de comprar o poner un absorbente a la persona que cuidamos.

• Uno de ellos es el de utilizar una talla excesiva pensando que tendrá una mayor absorción.
• La absorción depende del modelo de día o noche, no de su tamaño.
• Utilizar dos absorbentes es un error frecuente, pero no es tan útil como pensamos.
• Emplear absorbentes de noche cuando el paciente no presenta incontinencia fecal.

Esperamos que con estos consejos tengas más claro cómo y qué tipo de absorbente es el adecuado para la persona que cuidas. Además de protegerle, no hemos de olvidar que los absorbentes no son un producto tabú o de los que dé vergüenza hablar porque de hecho es un producto sanitario de lo más utilizado en atención primaria, y ayuda a mejorar la calidad de vida de las personas.

Depende de nosotros como cuidadores quitar hierro al tema e interiorizar que el uso de los absorbentes es una inversión en salud y bienestar para que la persona que los necesita se sienta más segura.

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