Medicación en los ancianos

Medicación en los ancianos

Medicación en los ancianos 

Cuando atendemos y cuidamos de una persona mayor, una de nuestras tareas es la de controlar, administrar y hacer un seguimiento de su medicación, un factor clave para garantizar su bienestar y su salud. Es importante que la medicación en los ancianos esté bien supervisada para que no olvide ninguna toma. Hoy te vamos a ofrecer una serie de consejos para que, como cuidador, sepas cómo gestionar la toma de medicamentos.

Cómo tomar y controlar la medicación en los ancianos de manera sencilla

La organización es clave. Es decir, tener actualizada la lista de medicamentos que le hayan recetado. No olvidemos que en las revisiones se pueden dar pequeños cambios en las tomas (incremento o disminución de unas pastillas) por lo que debemos estar atentos a esos detalles, apuntandolos en la caja o en la hoja que tengamos con toda su medicación.

En ocasiones, la persona cuidada no tendrá ningún problema a la hora de tomar sus medicamentos, pero si convives con una persona que no lleva bien esta situación, mantener la calma y esperar a que esté más tranquila será lo ideal.

Atención si convivimos con dos personas que necesitan medicación. Si el orden es fundamental con una, con dos pacientes es necesario contar con dos zonas dentro de la casa donde ubicar los fármacos de cada uno.

Respetemos al máximo el horario de las tomas. No es un tema baladí, si el médico sugiere que se tomen antes o después de las comidas, procuremos que así sea.

Sugerencias para controlar la medicación en los ancianos

Tomar de manera correcta la medicación es un requisito fundamental para mejorar los síntomas o controlar la evolución de una enfermedad. Contamos con una gran variedad de ideas en el mercado para lograr que el orden en cuanto a las tomas diarias sea más fácil:

Escoger un día a la semana para rellenar esos pastilleros que ofrecen una gran variedad en cuanto a diferentes dosis. De hecho, es buena idea que, si la persona cuidada puede estar a nuestro lado, sea consciente de que debe tomar su medicación todos los días y en diferentes momentos.

Variedades de pastilleros para organizar la medicación del anciano:

  • Pastilleros para los siete días de la semana con las tres tomas de desayuno, comida y cena.
  • Pastilleros mensuales con veintiocho compartimentos, con sus cuatro semanas, y horario de desayuno, comida, merienda y cena.
  • Dispensador de pastillas electrónico. Una opción de lo más recomendable para que nunca se nos olvide dar ninguna toma.
  • Sistema personalizado de dosificación. Un SPD es parecido a un pastillero. Para la preparación de un SPD se utiliza un blíster con alvéolos (o bolsitas individualizadas y selladas) donde se incluyen los fármacos organizados en días de la semana y tomas de cada día. Con un sistema automatizado cada blíster llevará el nombre y apellidos del paciente. Fecha y hora de la toma. Descripción de medicamentos.

No debemos olvidar pequeños objetos de lo más útiles si somos nosotros los que nos encargamos de rellenar el pastillero cada semana. Por ejemplo, alguna pequeña herramienta para cortar pastillas.

¿Qué hacer si una persona mayor no quiere tomar su medicación?

A cualquier edad, todos podemos mostrarnos reacios a tomar fármacos. Bien sea por desconocimiento, miedo o rechazo. Pero la medicación en los ancianos es fundamental, sobre todo, si existe algún problema a nivel mental que ofrece resistencia a seguir con su tratamiento.

Razones por las que una persona puede rechazar tomar su medicación:

  • Si existe algún efecto secundario que le produzca algún tipo de dolor o malestar, es lógico que no desee tomarlo. Detectar esas reacciones y consultarlo lo antes posible con el médico será lo indicado.
  • Las confusiones y los despistes pueden llevar a la persona cuidada a tomar por dos veces un medicamento o dejar de tomar una de las tomas. Vamos a evitar que eso suceda, con los pastilleros y estando a su lado.
  • El desconocimiento también invita al rechazo. Hablemos con naturalidad de las propiedades de cada medicamento y para qué serán de ayuda en su caso. No subestimemos la inteligencia de una persona adulta y respetemos su derecho a la información de lo que toma.
  • Si existe algún problema a la hora de ingerir las pastillas por problemas al tragar, deberemos buscar otro formato adecuado y que sea sencillo de tomar.

Queda claro que la comunicación es vital durante todo el proceso del cuidado, pero en el caso de los fármacos, aún más. Es positivo charlar con naturalidad sobre los beneficios de seguir un tratamiento y la importancia de no saltarse ninguna toma, o de que nos cuente (si es posible) si algún medicamento le produce algún malestar.

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