La importancia de mantener una rutina de cuidados para las personas mayores para el bienestar físico y mental

La importancia de mantener una rutina de cuidados para las personas mayores para el bienestar físico y mental

Las rutinas de cuidados son la base del bienestar físico y mental de las personas mayores que necesitan supervisión y/o asistencia en su día a día.

 

Establecer unas costumbres o hábitos para hacer las cosas de manera “automatizada” y práctica supone una mejora en su calidad de vida y un apoyo emocional, social y físico que se traduce en…

 

  • Mayor autonomía e independencia.
  • Menor riesgo de accidentes.
  • Envejecimiento más activo y saludable.

¿Cómo influyen las rutinas en el bienestar físico y mental de las personas mayores? 

Las rutinas desempeñan un papel fundamental en la vida del adulto dependiente, ya que, aunque se asocian con monotonía y aburrimiento, implican organizar las actividades diarias de manera consciente, promoviendo el equilibrio y el bienestar.

Es más, tener cierta previsibilidad brinda a las personas mayores sentido de control sobre su entorno, y les ayuda a adaptarse a los cambios más fácilmente.

Las rutinas también les aportan confianza y seguridad a la hora de abordar cuestiones básicas del día a día como asearse, comer, realizar tareas domésticas, relacionarse con los demás u ocupar su tiempo libre. 

Tips para establecer y seguir rutinas en un entorno de cuidados

Los cuidadores desempeñamos un papel determinante a la hora de establecer y aplicar rutinas de cuidados.

 

Estas, además de permitirnos mejorar el bienestar físico y mental de las personas a nuestro cargo, nos ayudan a planificar nuestro tiempo, ser más productivos y sentirnos menos estresados.

 

A la hora de organizar la rutina de cuidado de una persona mayor, es muy importante evaluar sus necesidades concretas en función de:

 

  • Su nivel de autonomía.
  • Su movilidad.
  • Sus capacidades cognitivas.

 

Las principales cuestiones que debemos tener en cuenta son:

 

  • Establecer horarios fijos

 

Tener horarios fijos para despertarse o comer es crucial para regular el reloj biológico y mejorar la calidad del sueño.

 

Las rutinas diarias de las personas mayores también deben incluir momentos para el aseo (higiene personal y bucodental, cuidado de pies y manos, cuidado de la piel, etc.) o la administración de medicamentos.  

 

  • Repasar las actividades del día

 

Dedicar unos minutos cada mañana a planificar y repasar las tareas diarias (hacer la compra, ir al médico o a la farmacia, realizar visitas a amigos, etc.) nos ayudará a saber qué tiempo podemos dedicar a cada una de ellas.

 

  • Incluir tiempo para el ejercicio

 

La actividad física es la base del envejecimiento saludable, y es imprescindible para garantizar el bienestar físico y mental de las personas mayores.

 

Programar paseos, sesiones de fisioterapia, clases de yoga o visitas al gimnasio es una forma de mejorar el estado de ánimo y aumentar la energía de las personas a nuestro cargo.

 

  • Organizar el descanso, el ocio y la vida social

 

Las rutinas diarias de las personas mayores deben incluir tiempo para ellas mismas.

 

Pueden hacer actividades que les gusten como leer, realizar tareas de jardinería, escuchar música, hacer manualidades, practicar un hobby, ver una película o simplemente relajarse.

 

Programar las visitas a amigos o familiares, las llamadas telefónicas o las actividades grupales (por ejemplo, en un centro de día) también contribuye a crear un entorno anticipable y especialmente beneficioso para mayores que experimentan ansiedad asociada a la pérdida de autonomía. 

 

  • Planificar menús saludables

 

Gracias a las rutinas diarias es más fácil controlar la dieta de los mayores y planificar menús para reducir la inflamación o mejorar su respuesta glucémica, insulínica y lipídica siguiendo las pautas de médico y geriatras.  

 

No podemos olvidar que nutrición y envejecimiento saludable van de la mano, y  que comer a intervalos regulares y elegir los alimentos adecuados cobra especial relevancia para el bienestar físico y emocional de los mayores que deben llevar una dieta específica o prestar atención a su hidratación.

Consejos específicos para cuidadores  

Organizar rutinas de cuidados requiere planificación, comunicación y adaptabilidad.

 

Por eso, además de todo lo anterior, los cuidadores debemos tener en cuenta:

 

  • Asignación de tareas y responsabilidades
     

Si hay más personas involucradas en el cuidado del adulto mayor, es interesante asignar tareas y responsabilidades específicas a cada persona.

 

Esta es la mejor forma de distribuir la carga de trabajo, evitar el síndrome del Cuidador Quemado,   y garantizar que todas sus necesidades queden cubiertas.  

 

  • Comunicación abierta y escucha activa
     

Los cuidadores debemos planificar rutinas beneficiosas para las personas mayores, pero sin dejar de lado sus gustos o deseos.

 

Mantener una comunicación abierta y escuchar sus necesidades hará que se sientan más valorados y escuchados en todas las decisiones relacionadas con su cuidado.

 

  • Flexibilidad y adaptación 
     

Las personas cambian mucho según su estado de ánimo o de salud, y las rutinas de cuidados deben adaptarse a cada momento o situación. 

Beneficios de las rutinas para el bienestar físico y emocional  

Los beneficios físicos de las rutinas están relacionados con el envejecimiento activo, y pueden resumirse en: 

 

  • Ayudan a llevar una vida más activa. 
  • Previenen las enfermedades cardiovasculares.
  • Permiten controlar la hipertensión o la diabetes.
  • Contribuyen a mantenerse en el peso adecuado.
  • Combaten la pérdida de masa muscular y ósea.
     

Respecto a los beneficios emocionales de las rutinas de cuidados en las personas mayores, podemos enumerar:  

 

  • Reducen la incertidumbre, el estrés y la ansiedad, así como los episodios de confusión y desorientación. 
  • Mejoran su estado de ánimo.
  • Aumentan su confianza y su autoestima. 
  • Generan un impacto positivo en la cognición y la memoria.
  • Reducen la probabilidad de sufrir enfermedades neurodegenerativas o retrasan su aparición. 
  • Ayudan a mantener sus vínculos con otras personas. 

Cuidar de los demás, sin descuidarnos a nosotros mismos 

Crear unas rutinas estructuradas y adaptadas es una de las grandes tareas a las que te enfrentarás como cuidador/a de personas mayores. 

Estas rutinas mejorarán el bienestar físico y emocional de la persona  tu cargo, y te ayudarán a organizar tu tiempo y tomar descansos regulares, algo fundamental para brindar cuidados más efectivos y cariñosos. 

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