El rol del cuidador en la lucha contra la depresión

El rol del cuidador en la lucha contra la depresión

El Día Mundial de la Lucha contra la Depresión nos hace reflexionar sobre el papel del cuidador para combatir esta enfermedad mental en personas mayores y dependientes.


Clasificada como un trastorno del humor (CIE 10), la depresión se considera un problema de salud pública porque puede afectar a cualquier persona (sin importar la edad, el género, la raza o la etnia, la cultura o el nivel educativo), por el deterioro de su calidad de vida y por cómo afecta a su entorno, incluyendo familiares, amigos y, por supuesto, cuidadores.

¿Por qué visibilizar el Día Mundial de la Lucha contra la Depresión?

La lucha contra la depresión busca aumentar la comprensión, la sensibilización y el apoyo hacia las personas con esta enfermedad. Implica el desarrollo de acciones y estrategias para una mayor concienciación pública, un mayor acceso a tratamientos y un mayor apoyo comunitario.


El 13 de enero, Día Mundial de la Lucha contra la Depresión, se estableció inicialmente para proporcionar una plataforma mundial en la que enfocar la atención a la depresión y los desafíos a los que se enfrentan quienes viven con esta condición.


Actualmente, es una fecha reconocida y promovida por la Organización Mundial de la Salud que, en 2023, volvió a incidir en que la depresión es «una de las principales causas de discapacidad a nivel mundial que contribuye considerablemente a la carga global de morbilidad» y que afecta al 5% de los adultos en todo el mundo, lo que supone una cifra global de 280 millones de personas. 


El Día Mundial de la Lucha contra la Depresión tiene como objetivos:

  • Visibilizar la enfermedad.
  • Reducir el estigma social asociado a la misma.
  • Promocionar la salud mental.
  • Apoyar a las personas afectadas.
  • Impulsar políticas de salud específicas.

¿Duelo o depresión? Causas y tipos de depresión en adultos mayores

Los problemas de salud mental en personas mayores se relacionan con el deterioro físico y los cambios en el entorno social propios de la edad, pero también con el efecto acumulativo de las experiencias vitales vividas y con otras consecuencias estresantes del envejecimiento, como la aparición de enfermedades o la pérdida de seres queridos.


Por eso, algunas veces la depresión se confunde con el duelo.


Sin embargo, a estos factores hay que sumarles otros, como una mayor exposición a la adversidad y una disminución de la funcionalidad que pueden provocar angustia psicológica.


El edadismo (discriminación hacia las personas mayores), el aislamiento social o la soledad no deseada  también son factores de riesgo para sufrir depresión en la tercera edad.


Respecto a los tipos de depresión en personas mayores, el Instituto Nacional de la Salud Mental estadounidense distingue entre:

  • Trastorno depresivo mayor (los síntomas que duran al menos dos semanas y puede interferir en el día a día de la persona afectada).
  • Trastorno depresivo persistente o «distimia» (estado depresivo crónico, que dura más de dos años, pero que no impide a los afectados desarrollar sus actividades cotidianas).
  • Trastorno depresivo inducido por sustancias o medicamentos (alcohol, drogas, algunos analgésicos, etc.)
  • Trastorno depresivo debido a una afección médica, normalmente degenerativa (esclerosis múltiple, párkinson, Alzheimer, demencia, etc.).

 El papel del cuidador en los mayores con depresión

La depresión afecta a la persona enferma, a su entorno más cercano y a sus dinámicas sociales y familiares.


Por eso, en el Día Mundial de la Lucha contra la Depresión, hacemos especial hincapié en el rol del cuidador de las personas mayores y dependientes que sufren esta condición.


Es muy importante que los cuidadores sean conscientes de las dificultades a las que se enfrentarán, y que sepan reconocer qué es la depresión o cómo abordarla en el día  a día gracias a algunas herramientas para prevenir esta enfermedad. 


También es fundamental entender que la depresión es extremadamente compleja y que puede manifestarse de manera diferente en cada persona.


Aun así, existen «síntomas» comunes que pueden ponernos alerta como cuidadores, entre ellos:

  • Tristeza, desesperanza o vacío
  • Irritabilidad y frustración ante problemas pequeños
  • Dificultad para concentrarse o tomar decisiones
  • Baja autoestima
  • Sentimiento de culpa y fracaso
  • Lentitud para hablar, razonar y moverse
  • Falta de interés por actividades cotidianas, el deporte o las relaciones sociales
  • Problemas de sueño
  • Pensamientos recurrentes sobre la muerte
  • Ansiedad o inquietud
  • Cambios en el apetito

Consejos prácticos para el cuidado de un mayor con depresión

Descubre qué le pasa

La depresión en mayores se manifiesta de maneras diversas, y es importante interesarse por la persona a la que cuidas para saber a qué puede deberse su estado de ánimo o su irritabilidad.


Muéstrate dispuesto a ayudar

Cuidar de una persona mayor con depresión supone apoyarle en los momentos complicados, acompañarle en sus citas médicas o recordarle qué medicamentos debe tomar.


Como cuidador, debes recordarle que estás ahí para ayudarle en lo que necesite.


Acompáñala y escúchale

Los enfermos valoran enormemente el apoyo de sus seres cercanos, aunque no digan nada.


Si eres un cuidador de un mayor con depresión, no emitir juicios puede ser una forma de que se sienta comprendido y acompañado.


Estar a su lado de manera continua también le ayudará a abrirse y a contar cómo se siente y qué necesita, lo que te permitirá ayudarle mejor.


Motívale para que tenga una vida más activa

Las personas mayores activas o que realizan ejercicio tienen vidas más saludables y longevas, se sienten menos solas y son más independientes.


Mantenerse activo también ayuda a reducir o controlar otro síntoma de la depresión muy común en adultos mayores: el insomnio.

Autocuidado, la base para cuidar de los demás

Superar la depresión implica que la persona afectada encuentre cosas nuevas con las que disfrutar, aprenda a adaptarse al cambio, se mantenga física y socialmente activa y se sienta acompañada y conectada con su comunidad o sus seres queridos.


Sin embargo, cuidar de una persona dependiente con depresión puede ser una tarea realmente abrumadora.Por eso, parte del rol del cuidador en la lucha contra la depresión supone cuidarse a sí mismo.


Si eres cuidador profesional o familiar, y sientes que el desarrollo de esta labor te supera, te hace sentirte triste, apagado o sin esperanzas, sientes agotamiento físico o mental y afecta negativamente a tu estado anímico, pide ayuda profesional.

 

En Club de Cuidadores, queremos destacar la importancia de cuidar nuestra salud mental, uno de los grandes desafíos actuales. En nuestro blog, encontrarás consejos prácticos para ayudarte en tu día a día.

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