Las personas cuidadoras desempeñan un papel fundamental en la sociedad y garantizan el bienestar de millones de mayores y dependientes en todo el mundo.
Sin embargo, desgraciadamente, su trabajo no siempre se valora lo suficiente.
Por eso, el 5 de noviembre se celebra el Día Internacional de las Personas Cuidadoras, una fecha que sirve como merecido homenaje a los cuidadores (tanto profesionales como familiares) y que pone el foco en la situación real, los problemas y los retos diarios de este colectivo.
¿Por qué hay un día dedicado a las personas cuidadoras?
El Día Internacional de las Personas Cuidadoras es una fecha establecida por la ONU para reivindicar la importancia de los cuidados en una sociedad cada vez más envejecida.
Según un Informe de la Oficina de Ciencia y Tecnología del Congreso de los Diputados, España es el cuarto país de la Unión Europea con mayor número de personas mayores.
Datos de este mismo organismo confirman que en nuestro país ya hay más de 9 millones de mayores de 65 años (el 20,1 % de la población en 2023) y se prevé que este porcentaje supere el 30% en 2050, lo que también aumentará la necesidad de personas cuidadoras.
Los cuidados de larga duración, en el punto de mira
Este día también sirve para recordar que los cuidados son responsabilidad de todos, ya que envejecimiento, enfermedades crónicas (cáncer, demencia, diabetes, etc.) y dependencia van de la mano.
Así lo confirman las cifras: en España hay 2,3 millones de personas dependientes que pueden necesitar cuidados a largo plazo.
Estos cuidados son definidos por la OMS como un «sistema de acciones» llevadas a cabo por cuidadores no formales (familia, amigos o vecinos) o profesionales (sanitarios, sociales u otros) para que las personas dependientes mantengan la mejor calidad de vida posible, «de acuerdo con sus preferencias individuales y con el mayor grado de autonomía, participación, realización personal y dignidad humana».
Pero, además de satisfacer las necesidades básicas y «preservar los derechos de las personas mayores, las libertades fundamentales y la dignidad humana», los cuidados también deben poner su mirada en las personas que los ejercen, quienes «necesitan una formación y el apoyo adecuados», lo que supone una revisión urgente del actual modelo de atención a personas (“Sociedades Longevas ante el reto de los cuidados de larga duración”. Observatorio Social de la Fundación “la Caixa”, abril de 2021).
¿Cuál es el papel de los cuidadores? Rol y perfil de las personas cuidadoras en España
Las personas cuidadoras de personas mayores y dependientes se encargan de:
- Supervisar y ayudar en el aseo, el baño, la movilidad, la alimentación, etc.
- Dar acompañamiento y apoyo emocional.
- Colaborar en el cuidado de la salud (control de visitas médicas, compra y administración de medicamentos, etc.).
- Planificar las actividades rutinarias (horarios, compras, ejercicio, paseos, etc.)
- Apoyar en las actividades del hogar (cocina, limpieza, etc.)
- Resolver e intermediar en situaciones conflictivas.
Respecto al perfil de las personas cuidadoras de dependientes en España, y según datos del Imserso (fuente de actualización mensual) y la Cruz Roja, la mayoría son mujeres (más del 80%) y menores de 50 años.
En esta misma línea, el estudio «Cuidados a personas dependientes prestados por mujeres» del Ministerio de Igualdad asegura que el 80% de las bajas por cuidados son solicitadas por mujeres que, en la mayoría de los casos, desempeñan esta labor de manera no profesional y en su mismo domicilio, lo que suele implicar una relación de parentesco directo con la persona dependiente.
En todo caso, la demanda de personas cuidadoras está facilitando la profesionalización y las opciones de formación en este sector, tal y como ya hemos explicado en algunos artículos de nuestro blog.
Autocuidado, derechos y otros retos de las personas cuidadoras
En el Día Internacional de las Personas Cuidadoras se hace especial hincapié la consideración de las personas cuidadoras como “sujetos con derechos” que requieren de una atención especial para prevenir los riesgos derivados de esta tarea.
Desde un punto de vista legal, el «arraigo familiar» reconocido recientemente en la Ley de Extranjería ofrece un marco de estabilidad para que muchos extranjeros cuidadores de personas dependientes españolas puedan desarrollar su trabajo en nuestro país.
Por otra parte, y, como seguro ya sabes, el cuidado de otros puede ser muy duro, especialmente si las actividades ejecutadas son complejas, extensas, costosas, están mal remuneradas o son demasiado exigentes.
Además, muchos cuidadores refieren problemas habituales como cansancio (51%), depresión (31%) u otras afecciones de salud (casi 10%).
Este colectivo también es especialmente vulnerable al síndrome de burnout, en este caso conocido como «sobrecarga del cuidador», un estado de agotamiento emocional y psicológico, estrés y cansancio que puede desembocar en:
- Problemas físicos (dolor de cabeza, malestar, vértigo, etc.).
- Problemas psicológicos (alteraciones en el estado de ánimo, ansiedad, trastornos del sueño, estrés crónico, etc.).
- Problemas sociales (conflictos familiares, disminución del tiempo libre y de descanso, etc.).
Si eres cuidador, el autocuidado es la mejor forma de reducir este síndrome, prevenir enfermedades, mantener la salud y hacer frente a tus rutinas diarias.
De hecho, desde Club de Cuidadores hemos organizado webinars centrados en la humanización de los cuidados y en mejorar la calidad de vida de cuidadores y familiares de personas dependientes.
Otros consejos que pueden resultarte útiles para desempeñar tu trabajo son:
- Realiza técnicas de relajación (yoga, respiración, estiramientos, etc.).
- Busca tiempo para ti mismo/a y organiza tu tiempo libre y de ocio con actividades que te resulten agradables.
- Intenta mantener una alimentación saludable: date tiempo para comer y planifica los tiempos de descanso dedicados a la comida.
- Implementa técnicas para gestionar mejor tu tiempo.
- Solicita apoyo o ayuda emocional cuando lo necesites.
En nuestro blog encontrarás más artículos interesantes sobre cómo prevenir la sobrecarga del cuidador. Echa un vistazo y suscríbete a nuestra newsletter.